La pérdida de volumen constituye un componente fundamental del envejecimiento del rostro. Recuperar el volumen perdido es esencial cuando hablamos de rejuvenecimiento facial.
El ácido hialurónico es el material de relleno más usado en todo el mundo.
Es un material de relleno natural, sintético, biodegradable y lentamente reabsorbible (duración hasta 24 meses), de muy buena tolerancia y que da excelentes resultados. Es similar al que está presente de forma natural en los tejidos conectivos y como principal componente elástico de la piel.
En medicina estética el ácido hialurónico reticulado se utiliza para aportar o recuperar volúmenes faciales en las zonas que lo han perdido o zonas que queremos realzar: labios, mejillas, pómulos, mentón, arrugas profundas, surco naso-geniano (rictus), surco de marioneta, frente, línea de mandíbula, etc…. Podemos repetir el tratamiento sin inconveniente para retocar, mantener o aumentar el resultado deseado sin necesidad de anestesia ni pasar por el quirófano.
Es una técnica fácil, mínimamente invasiva y de casi inmediata recuperación. Es un tratamiento compatible 100% con Botox, dando resultados sorprendentes (Lifting Líquido). Una solución para mejorar nuestro aspecto facial para aquellas personas que no quieren pasar por el quirófano.
Aunque nuestra elección es el ácido hialurónico, hay otros materiales de diversa naturaleza y comportamiento que pueden ser utilizados con el mismo fin. Entre ellos contamos con la propia grasa del paciente, poliacrilamidas, hidroxiapatita cálcica, etc…